DIETA
MEDITERRANEA
La dieta mediterránea consiste en un
estilo de vida basado en una dieta equilibrada y variada en la que predominan
los alimentos obtenidos de los cultivos tradicionales de esta zona geográfica
bañada por el mediterráneo: el trigo, el olivo y la vid.
Los alimentos que constituyen la base de esta alimentación son:
Los alimentos que constituyen la base de esta alimentación son:
- El pan y la pasta, como principal fuente de hidratos de
carbono.
- El aceite de oliva como principal fuente de grasa.
- El vino en cantidades moderadas durante las comidas.
- Las hortalizas, las frutas, los frutos secos y las
legumbres aportan a esta dieta gran cantidad de fibra y antioxidantes.
- El pescado, las aves de corral, los productos lácteos y
los huevos como principal fuente de proteínas y un menor consumo de carnes
y grasas animales
Se observó que los países
mediterráneos, tenían una dieta con unas determinadas características que eran
comunes a todos ellos.
Estas poblaciones comen una cantidad relativamente alta de pescado y carnes blancas, cereales y leguminosas, frutas y verduras; una cantidad relativamente baja de carnes rojas; y, en forma moderada, consumen vino con las comidas.
Estas poblaciones comen una cantidad relativamente alta de pescado y carnes blancas, cereales y leguminosas, frutas y verduras; una cantidad relativamente baja de carnes rojas; y, en forma moderada, consumen vino con las comidas.
La grasa usada en las comidas es
mayoritariamente aceite de oliva. Esto conduce a una alimentación saludable que
se caracteriza por ser:
- Baja en grasas saturadas (carnes rojas)
- Alta en grasas monoinsaturadas (aceite de oliva)
- Balanceada en ácidos grasos poliinsaturados (omega-6 y
omega-3)
- Baja en proteína animal
- Rica en antioxidantes (frutas, frutos secos, verduras y
legumbres)
- Rica en fibras (frutas, verduras, legumbres y cereales)
Este tipo de dieta coincidía con la
baja frecuencia de enfermedades coronarias y un nivel más bajo de colesterol en
sangre en los habitantes de estos países en relación a los de otros países.
El estudio demostró que era el tipo
de grasa de la dieta, más que su cantidad, la que estaba relacionada con este
riesgo cardiovascular, de modo que un consumo bajo de grasa saturada y mayor de
monoinsaturada (aceite de oliva) y poliinsaturada (pescado) se asoció a una
menor frecuencia de enfermedades coronarias y de mortalidad debido a estas
patologías. Posteriormente se vio que la dieta mediterránea no sólo protege de
la enfermedad cardiovascular, sino que además aporta gran cantidad de
antioxidantes (en relación con los alimentos de origen vegetal) que protegen
del envejecimiento celular y la carcinogénesis.
De la necesidad de esquematizar
estos alimentos y su proporción dentro de una dieta equilibrada surgió la
pirámide alimentaria. Ésta se basa en las proporciones de nutrientes que
constituían clásicamente la dieta mediterránea y consiste en un gráfico que
muestra el tipo y cantidad de alimentos que deben tomarse. Cada región tiene un
clima, cultivos y usos diferentes de forma también disponen de alimentos
diferentes. Así, puede realizarse una pirámide adaptada a cada uno de ellos,
pero en todos los casos se mantiene un esquema general con la proporción de los
nutrientes que deben consumirse.
Desayunos y/o
meriendas
Opción 1:
- Café o té con leche desnatada.
- Cereales con un poco de miel
- Galleta o tostada untada con queso blanco.
- Café o té con leche desnatada.
- Cereales con un poco de miel
- Galleta o tostada untada con queso blanco.
Opción 2:
- Frutas a gusto.
- Cereales con un poco de miel
- Frutas a gusto.
- Cereales con un poco de miel
Opción 3:
- Café o té.
- Un yogur desnatado.
- Galleta o tostada untada con queso blanco.
- Café o té.
- Un yogur desnatado.
- Galleta o tostada untada con queso blanco.
Lunes
- Pollo a la plancha (sin piel).
- Ensalada de zanahoria rallada y huevo.
- Legumbres
- Pollo a la plancha (sin piel).
- Ensalada de zanahoria rallada y huevo.
- Legumbres
Martes
- Brócoli con limón y aceite de oliva virgen y Pescado
- Tortilla de patatas
Miércoles
- Bistec a la plancha.
- Arroz
- Verduras gratinadas
- Brócoli con limón y aceite de oliva virgen y Pescado
- Tortilla de patatas
Miércoles
- Bistec a la plancha.
- Arroz
- Verduras gratinadas
Jueves
- Hamburguesas caseras de verdura, garbanzo, soja o carne
- Ensalada caprese
- Papa o patata al horno
Viernes
- Empanadas de atún
- Pollo a la plancha con ensalada de espárragos y palmitos con limón
Sábado
- Paella
- Caldo de verduras
Domingo
- Pasta con tomate
- Coles de bruselas
- Hamburguesas caseras de verdura, garbanzo, soja o carne
- Ensalada caprese
- Papa o patata al horno
Viernes
- Empanadas de atún
- Pollo a la plancha con ensalada de espárragos y palmitos con limón
Sábado
- Paella
- Caldo de verduras
Domingo
- Pasta con tomate
- Coles de bruselas
Recomendaciones:
- No debes ingerir pan, bollería o dulces.
- Bebe 2 litros de agua al día.
- Consume las frutas con 3 horas de margen con el resto
de alimentos.
- Si no toleras algún alimento, puedes sustituirlo por
uno semejante.
- Frutas al gusto (máximo una vez a la semana).
- Cocinar con aceite de oliva.
·
Las frutas son un grupo de alimentos de origen vegetal, con
un alto aporte de vitaminas, minerales, fibra y agua, y un bajo contenido
energético. Estudios sobre la dieta mediterránea destacan los nutrientes que
aparecen en las frutas como agentes que repercuten beneficiosamente en la
salud.
Las frutas juegan un papel importante en la alimentación equilibrada en cualquier etapa de la vida. Son alimentos bien aceptados por las personas mayores, básicos durante la edad adulta e imprescindibles para la formación de buenos hábitos alimentarios en la infancia y adolescencia. Por otro lado, la disminución observada en el consumo de frutas, sobre todo en la población infantil y juvenil, hace necesario un esfuerzo imaginativo para hacer llegar a la población la conveniencia de su consumo por su valor nutricional y papel protector de la salud. En España, el consumo de fruta es el doble respecto al del norte de Europa.
Las frutas juegan un papel importante en la alimentación equilibrada en cualquier etapa de la vida. Son alimentos bien aceptados por las personas mayores, básicos durante la edad adulta e imprescindibles para la formación de buenos hábitos alimentarios en la infancia y adolescencia. Por otro lado, la disminución observada en el consumo de frutas, sobre todo en la población infantil y juvenil, hace necesario un esfuerzo imaginativo para hacer llegar a la población la conveniencia de su consumo por su valor nutricional y papel protector de la salud. En España, el consumo de fruta es el doble respecto al del norte de Europa.
·
·
El aceite de Oliva y la salud
·
El cuerpo humano, para mantener sus funciones vitales,
necesita un equilibrio entre los distintos grupos de alimentos (hidratos de
carbono, proteínas y lípidos o grasas).
·
Las grasas ocupan un lugar predominante dentro de la dieta,
al ser nutrientes indispensables para el organismo. Su función principal es el
aporte de la energía que permite al individuo desarrollar su actividad física e
intelectual. Son también una fuente de calor.
·
Además, como algunas vitaminas (A, D, E, K) sólo son solubles
en grasas, dependen necesariamente de ellas para su absorción.
Dentro de las grasas, las que proporcionan mayores beneficios para la salud son las monoinsaturadas. El máximo exponente de las grasas monoinsaturadas es el aceite de oliva, componente fundamental de la dieta mediterránea.
Dentro de las grasas, las que proporcionan mayores beneficios para la salud son las monoinsaturadas. El máximo exponente de las grasas monoinsaturadas es el aceite de oliva, componente fundamental de la dieta mediterránea.
·
El aceite de oliva no es sólo una grasa culinaria de
agradable sabor, que favorece el consumo de otros alimentos, sino que su valor
nutritivo y sus beneficios para la salud han sido sobradamente demostrados,
siendo aún objeto de numerosas investigaciones científicas para confirmar otros
beneficios que se presume que tiene. Es un zumo natural que conserva el sabor,
aroma, vitaminas y propiedades de la aceituna, siendo el único aceite vegetal
que puede consumirse tal como se obtiene.
·
El aceite de oliva está compuesto principalmente por ácido
oléico, que representa alrededor del 75% del total, pero, además, es rico en
vitamina E, betacarotenos y otros antioxidantes. Aunque se trata de una grasa
y, por tanto, de un alimento rico en calorías (9 cal/g), la experiencia
demuestra que las poblaciones que toman diariamente 60 g de aceite de oliva
tienen una vida sana y que su consumo dentro de una dieta equilibrada, sustituyendo
a otras fuentes de grasa menos convenientes, no produce sobrepeso.
Pastas
·
La materia prima más recomendada para la elaboración de las
pastas son las sémolas de trigo duro, el cual tiene un alto contenido en
proteínas, es rico en gluten y relativamente más pobre en almidón que el trigo
blando. Este tipo de trigo tiene la particularidad de que aún después de la
molienda, sus productos siguen siendo granulosos, lo cual permite que se
elabore una pasta que resiste bien la cocción, es más consistente y apenas se
pega.
La sémola presenta un color amarillo ámbar, uniforme en toda la superficie. Es ligeramente áspera al tacto. En la cocción, aumenta hasta tres veces su volumen.
La sémola presenta un color amarillo ámbar, uniforme en toda la superficie. Es ligeramente áspera al tacto. En la cocción, aumenta hasta tres veces su volumen.
·
Es indiscutible el valor nutritivo de la pasta, teniendo en
cuenta que se elabora a partir del trigo. Más importante es aun la riqueza
nutricional que tienen las pastas elaboradas con huevo. Anteriormente vimos que
las proteínas del trigo eran de bajo valor biológico y que necesitaban ser
combinadas con otros alimentos proteicos. En las pastas “al huevo” esta
situación es perfecta. Las proteínas del trigo se combinan con las proteínas
del huevo (de alto valor biológico) para dar un alimento muy nutritivo. Por
otra parte, la pasta normalmente se aliña con aceite, y en la cuenca mediterránea
al hablar de aceite, hablamos generalmente del de oliva. Las conclusiones son
obvias, un plato casi perfecto desde el punto de vista nutricional.
·
Los expertos en alimentación sugieren comer diariamente
almenos 100 g de pasta porque de este modo se da al organismo de un 14% a un
18% de su necesidad energética. Ha sido probado clínicamente que la pasta baja
el grado de colesterol en la sangre y favorece el funcionamiento regular de la
tiroide. La pasta, moderadamente condimentada puede ser incluida también en
dietas de adelgazamiento. De hecho, al aumentar de volumen durante la cocción
provoca saciedad manteniendo las calorías en los límites permitidos.
·
·
Fruta es sinónimo de
salud. Veamos el porqué:
·
·
facilita la eliminación de toxinas de nuestro organismo y nos
ayuda a mantenernos bien hidratados...
·
ayuda a regular la función de nuestro intestino y a evitar o
corregir el estreñimiento. La fibra tiene un gran interés dietético ya que,
además, posee efectos beneficiosos tanto en la prevención como en el
tratamiento de ciertas enfermedades (exceso de colesterol, diabetes, obesidad,
cálculos en la vesícula biliar, hemorroides y venas varicosas, divertículos,
cáncer de colon y úlcera).
·
Los expertos en
nutrición recomiendan tomar como mínimo tres piezas de fruta al día, procurando
que una de ellas sea rica en vitamina C (cítricos, kiwi, melón, fresas,
tropicales...).
·
que protegen frente a enfermedades
relacionadas con la degeneración del sistema nervioso, enfermedades
cardiovasculares e incluso el cáncer. La Organización Mundial de la Salud (OMS)
ha confirmado en los últimos años los resultados de diversos estudios de
investigación que ponen de manifiesto los efectos anticancerígenos de frutas y
verduras, particularmente contra el cáncer del tracto gastrointestinal y contra
el de pulmón. Según los estudios, uno de cada diez pacientes afectados por
algún tipo de cáncer ha mantenido una insuficiente alimentación a base de
frutas y verduras. Otras frutas muy saludables son los cítricos y algunas
frutas tropicales ricas en vitamina C, beta-caroteno, vitamina E y otras
sustancias con propiedades antioxidantes, que se utilizan contra enfermedades
cardiovasculares, cataratas, cáncer de mama, ovarios o vejiga.
·
Valor regulador
·
Las frutas son buena
fuente de vitaminas y minerales.
destaca el contenido de vitamina C (en cítricos, frutas tropicales, melón, fresas y grosellas negras) y de provitamina A (en albaricoques, cerezas, melón y melocotón...), ambas de acción antioxidante. En menor proporción, se encuentran otras vitaminas del grupo B solubles en agua, biotina y ácido pantoténico (albaricoques, cítricos, higos...). En general, son más ricas en vitaminas las variedades coloreadas, las de verano y las frutas expuestas al sol. Como curiosidad: dentro de un mismo árbol, los frutos orientados al sur son más ricos en vitaminas que los orientados al norte; los de la cúspide más ricos que los de las faldas y los exteriores. más ricos que los interiores.
en las frutas abunda el potasio (necesario para la transmisión del impulso nervioso y para la actividad muscular normal, contribuye al equilibrio de agua dentro y fuera de la célula). Son ricas en potasio el plátano, kiwi, nectarina, nísperos, melón, uva negra, cerezas, albaricoques, ciruelas, coco fresco, aguacate, piña, chirimoyas y papaya. También aportan magnesio (relacionado con el funcionamiento del intestino, nervios y músculos, forma parte de huesos y dientes, mejora la inmunidad y la resistencia ante enfermedades degenerativas, posee un suave efecto laxante y es anti estrés).
destaca el contenido de vitamina C (en cítricos, frutas tropicales, melón, fresas y grosellas negras) y de provitamina A (en albaricoques, cerezas, melón y melocotón...), ambas de acción antioxidante. En menor proporción, se encuentran otras vitaminas del grupo B solubles en agua, biotina y ácido pantoténico (albaricoques, cítricos, higos...). En general, son más ricas en vitaminas las variedades coloreadas, las de verano y las frutas expuestas al sol. Como curiosidad: dentro de un mismo árbol, los frutos orientados al sur son más ricos en vitaminas que los orientados al norte; los de la cúspide más ricos que los de las faldas y los exteriores. más ricos que los interiores.
en las frutas abunda el potasio (necesario para la transmisión del impulso nervioso y para la actividad muscular normal, contribuye al equilibrio de agua dentro y fuera de la célula). Son ricas en potasio el plátano, kiwi, nectarina, nísperos, melón, uva negra, cerezas, albaricoques, ciruelas, coco fresco, aguacate, piña, chirimoyas y papaya. También aportan magnesio (relacionado con el funcionamiento del intestino, nervios y músculos, forma parte de huesos y dientes, mejora la inmunidad y la resistencia ante enfermedades degenerativas, posee un suave efecto laxante y es anti estrés).
·
·
El Pescado
·
El pescado, característico también de la dieta mediterránea y
cuya grasa es beneficiosa para la salud. Estudios llevados a cabo en las
poblaciones esquimales de Groenlandia, cuya alimentación era prácticamente a
base de pescado y no consumían grasas vegetales, mostraban como la baja
incidencia de enfermedades cardivasculares de esta población se debía a los
ácidos grasos poliinsaturados del pescado y más concretamente de los omega-3.
Estos componentes aumenta las HDL y disminuyen las LDL.
·
Legumbres, cereales (arroz, pastas, muchos de ellos
integrales), frutas y verduras, aportan a la dieta mediterránea además de
variedad, vitaminas, minerales, sustancias antioxidantes, fibra e hidratos de
carbono complejos.
·
La Dieta Mediterránea se puede considerar casi una dieta
vegetariana en cuanto a los beneficios de ésta por el alto aporte de vitaminas,
minerales, sustancias antioxidantes y fibra, pero solventa las deficiencias que
la alimentación vegetariana estricta, presenta ciertos nutrientes como la
vitamina B12
·
El aceite de oliva, ampliamente utilizado en la cocina
mediterránea es rico en ácidos grasos monoinsaturados. Muchos estudios han
demostrado que estos ácidos grasos regulan las proporciones sanguíneas de HDL
("colesterol bueno") y LDL ("colesterol malo"), teniendo un
efecto protector frente a la formación de placas de ateroma en las arterias.
En la cocina mediterránea se utiliza aceite de oliva o de semillas para cocinar y condimentar los platos a diferencia de mantequillas y otras grasas animales utilizadas en otros países como en los del Norte de Europa.
En la cocina mediterránea se utiliza aceite de oliva o de semillas para cocinar y condimentar los platos a diferencia de mantequillas y otras grasas animales utilizadas en otros países como en los del Norte de Europa.
·
Asimismo se consumen las rebanadas de pan solas o con aceite
de oliva y no untadas con mantequilla, manteca de cacao u otras grasas.
EJEMPLO MENÚ SEMANAL
Lunes
-Desayuno: 1 café con leche, 1 rebanada de pan con aceite de oliva, 1 vaso de zumo de naranja natural.
-Media mañana: 1 pieza de fruta.
-Comida: Lentejas guisadas, albóndigas con guisantes y zanahoria, fresas con nata.
-Merienda: Queso fresco con miel.
-Cena: Ensalada mixta, pescado al horno con patata asada, 1 yogur natural o de frutas.
-Desayuno: 1 café con leche, 1 rebanada de pan con aceite de oliva, 1 vaso de zumo de naranja natural.
-Media mañana: 1 pieza de fruta.
-Comida: Lentejas guisadas, albóndigas con guisantes y zanahoria, fresas con nata.
-Merienda: Queso fresco con miel.
-Cena: Ensalada mixta, pescado al horno con patata asada, 1 yogur natural o de frutas.
Martes
-Desayuno: 1 vaso de leche con cereales de desayuno, 2 piezas de fruta
-Media mañana: 1 pincho de jamón y queso.
-Comida: Arroz a la cubana (arroz, huevo y tomate), ensalada templada (lechuga, champiñones y bacon), 1 postre lácteo.
-Merienda: Macedonia de frutas.
-Cena: Puré de calabacín, salmón a la plancha, 1 pieza de fruta.
-Desayuno: 1 vaso de leche con cereales de desayuno, 2 piezas de fruta
-Media mañana: 1 pincho de jamón y queso.
-Comida: Arroz a la cubana (arroz, huevo y tomate), ensalada templada (lechuga, champiñones y bacon), 1 postre lácteo.
-Merienda: Macedonia de frutas.
-Cena: Puré de calabacín, salmón a la plancha, 1 pieza de fruta.
Miércoles
-Desayuno: 1 café con leche, 1 tostada de pan con aceite y tomate, 1 zumo de frutas.
-Media mañana: 1 café con leche.
-Comida: Patatas guisadas con carne, endivias con queso fresco y anchoas, 1 yogur con frutos secos y miel.
-Merienda: 1 bocadillo de jamón serrano.
-Cena: Pimientos rellenos, revuelto de ajetes y gambas,1 pieza de fruta.
-Desayuno: 1 café con leche, 1 tostada de pan con aceite y tomate, 1 zumo de frutas.
-Media mañana: 1 café con leche.
-Comida: Patatas guisadas con carne, endivias con queso fresco y anchoas, 1 yogur con frutos secos y miel.
-Merienda: 1 bocadillo de jamón serrano.
-Cena: Pimientos rellenos, revuelto de ajetes y gambas,1 pieza de fruta.
Jueves
-Desayuno: 1 café con leche, 6 galletas, zumo de naranja natural.
-Media mañana: 1 pincho de tortilla.
-Comida: Sopa de cocido, cocido1 pieza de fruta.
-Merienda: 1 cuajada con miel.
-Cena: Puré de zanahoria, merluza en salsa verde, 1 pieza de fruta.
-Desayuno: 1 café con leche, 6 galletas, zumo de naranja natural.
-Media mañana: 1 pincho de tortilla.
-Comida: Sopa de cocido, cocido1 pieza de fruta.
-Merienda: 1 cuajada con miel.
-Cena: Puré de zanahoria, merluza en salsa verde, 1 pieza de fruta.
Viernes
-Desayuno: 1 yogur natural con cereales, 2 piezas de fruta.
-Media mañana: 1 café con leche, 1 magdalena.
-Comida: Macarrones con tomate y carne picada, ensalada de lechuga, tomate, cebolla y maíz, 1 natilla.
-Merienda: Macedonia de frutas con yogur.
-Cena: Sopa de verduras, croquetas de bacalao con zanahoria, 1 pieza de fruta.
-Desayuno: 1 yogur natural con cereales, 2 piezas de fruta.
-Media mañana: 1 café con leche, 1 magdalena.
-Comida: Macarrones con tomate y carne picada, ensalada de lechuga, tomate, cebolla y maíz, 1 natilla.
-Merienda: Macedonia de frutas con yogur.
-Cena: Sopa de verduras, croquetas de bacalao con zanahoria, 1 pieza de fruta.
Sábado
-Desayuno: 1 café con leche, 1 trozo de bizcocho, 1 pieza de fruta.
-Media mañana: 1 rebanada de pan con tomate y aceite.
-Comida: Espinacas con jamón y pasas, lomo a la Naranja, 1 yogur de frutas
-Merienda: 1 café con leche, 2 pastas de té.
-Cena: Ensalada de kiwi, nueces y manzana, tortilla de patatas, 1 vaso de leche.
-Desayuno: 1 café con leche, 1 trozo de bizcocho, 1 pieza de fruta.
-Media mañana: 1 rebanada de pan con tomate y aceite.
-Comida: Espinacas con jamón y pasas, lomo a la Naranja, 1 yogur de frutas
-Merienda: 1 café con leche, 2 pastas de té.
-Cena: Ensalada de kiwi, nueces y manzana, tortilla de patatas, 1 vaso de leche.
Domingo
-Desayuno: 1 café con leche, 2 torrijas, 1 zumo de naranja natural.
-Media mañana: 1 vaso de vino o 1 refresco, 5 aceitunas.
-Comida: Ensalada mixta, paella, mousse de yogur con miel.
-Merienda: 1 rebanada de queso fresco y membrillo.
-Cena: Sopa de pescado, pollo con cerveza y manzana, 1 pieza de fruta.
-Desayuno: 1 café con leche, 2 torrijas, 1 zumo de naranja natural.
-Media mañana: 1 vaso de vino o 1 refresco, 5 aceitunas.
-Comida: Ensalada mixta, paella, mousse de yogur con miel.
-Merienda: 1 rebanada de queso fresco y membrillo.
-Cena: Sopa de pescado, pollo con cerveza y manzana, 1 pieza de fruta.
Hemos oído
hablar en multitud de ocasiones de los beneficios de la Dieta Mediterránea, rica en alimentos antioxidantes y con ello, capaz de
mantener nuestras células jóvenes durante más tiempo.
Pero, ¿Qué
sustancias y alimentos son capaces de llevar a cabo esta acción en nuestro
organismo? ¿Cuáles son los alimentos saludables? ¿Cómo combinarlos?
Contestaremos a estas y otras cuestiones de forma sencilla:
- Aceites y
grasas saludables: El aceite de oliva es el verdadero elixir de juventud de
la Dieta Mediterránea. Al igual que otros aceites vegetales como el de girasol,
el de aguacate o de frutos secos, es rico en vitamina E un potente
antioxidante.
- Hortalizas
frescas y también cocinadas: Los frutos coloreados suelen ser ricos en
antioxidantes. En las hortalizas frescas destaca la vitamina C como principal antioxidante,
uno de los alimentos con mayor concentración de esta vitamina es el pimiento
rojo.
El tomate por
ejemplo, presenta un antioxidante llamado licopeno capaz de prevenir
determinados tipos de cáncer y el envejecimiento celular. El licopeno del tomate
aumenta su actividad con el calor, por lo que las salsitas de tomate caseras
son una excelente opción para cuidarse.
- Frutas:
Las fresas y los albaricoques son dos de las frutas con más efecto antioxidante
pues concentran tres sustancias potencialmente activas como son las vitaminas
A, C y E.
- Vino tinto:
Una tradición para la dieta mediterránea, aunque siempre tomado en su justa
medida (máximo un par de copitas al día). Los taninos de las uvas y el cinc,
así como otras sustancias como los polifenoles, hacen de esta bebida un
verdadero protector de nuestro corazón.
- Chocolate
negro: Al igual que el ejemplo del vino, el chocolate negro además de ser bueno para nuestras células es un
verdadero placer para nuestro paladar. El cacao es rico en unos antioxidantes
llamados flavonoides capaces de mejorar la circulación sanguínea y con ello la
oxigenación de nuestras células.
- Especias e
infusiones: El uso de canela, menta o nuez moscada en nuestras
preparaciones culinarias puede llegar a aportar un cuantioso extra de
antioxidantes. Entre las infusiones, las hojas del té verde son ricas en
polifenoles, selenio y vitaminas antioxidantes A, C y E. Existen otras como el
jengibre, el anís o el regaliz capaces de frenar la oxidación interna de
nuestras células.
- Coenzima
Q-10: Es una sustancia muy conocida y apreciada en el mundo de la estética
por su poderoso efecto rejuvenecedor. Nuestro cuerpo puede sintetizarlo de manera natural a
través de la ingesta de alimentos como pescados azules, cacahuetes y soja.
Ejemplo de Dieta Antiage
DESAYUNO: Té
con leche + Tostadas integrales con un chorrito de aceite de oliva + Zumo de
naranja natural.
MEDIA MAÑANA:
Fresas troceadas mezcladas con yogur + Una pastillita de chocolate negro.
COMIDA: Potaje
de garbanzos y bacalao + Pechuga de pollo con pisto de tomate [una copita de
vino] + 2 albaricoques.
MERIENDA:
Sándwich de atún y lechuga + un puñadito de cacahuetes + Infusión de jengibre.
CENA: Crema de
calabaza + Bacalao a la vizcaína (con guarnición de ensalada de aguacate y
nueces) + Infusión de pasiflora.
Artículo
escrito por Cynthia Rodríguez Caballero de menudiet.es
A continuación
el menú completo para una semana de conocida dieta.
Desayuno
Un yogur natural concerealesy miel
- Una cucharada de levadura de cerveza
- Una fruta del tiempo
- Un té o café solo o con leche
- Una cucharada de levadura de cerveza
- Una fruta del tiempo
- Un té o café solo o con leche
Media mañana
- Frutos secos
- Frutos secos
Merienda
- Un zumo de naranja con copos de avena
- Un zumo de naranja con copos de avena
Lunes
Almuerzo
- Arroz tres delicias
- Filete de ternera con ensalada
- Una naranja
- Arroz tres delicias
- Filete de ternera con ensalada
- Una naranja
Cena
- Crema de calabacín
- Pan con tomate y una tortilla a la francesa
- Requesón con nueces y miel
- Crema de calabacín
- Pan con tomate y una tortilla a la francesa
- Requesón con nueces y miel
Martes
Almuerzo
- Melón con jamón
- Bonito a la plancha
- Piña natural o papaya
- Melón con jamón
- Bonito a la plancha
- Piña natural o papaya
Cena
- Espinacas a la catalana (con pasas y piñones)
- Pescado a la plancha
- Yogur con frutas
- Espinacas a la catalana (con pasas y piñones)
- Pescado a la plancha
- Yogur con frutas
Miércoles
Almuerzo
- Ensalada de lechuga y aguacate
- Gambas a la plancha
- Queso fresco con uvas
- Ensalada de lechuga y aguacate
- Gambas a la plancha
- Queso fresco con uvas
Cena
- Patatas cocidas con judías verdes
- Patatas cocidas con judías verdes
- Tortilla de berenjena- Un kiwi
Jueves
Almuerzo
- Ensalada de lechuga y tomate
- Arroz con lentejas
- Un yogur con pasas
- Ensalada de lechuga y tomate
- Arroz con lentejas
- Un yogur con pasas
Cena
- Ensalada de pasta
- Pan con tomate y atún al natural
- Una manzana asada con miel
- Ensalada de pasta
- Pan con tomate y atún al natural
- Una manzana asada con miel
Viernes
Almuerzo
- Ensalada de tomate, berros y mozzarella
- Filete de salmón a la plancha
- Yogur con piñones
- Ensalada de tomate, berros y mozzarella
- Filete de salmón a la plancha
- Yogur con piñones
Cena
- Patatas gratinadas
- Sepia a la plancha
- Macedonia de fruta fresca
- Patatas gratinadas
- Sepia a la plancha
- Macedonia de fruta fresca
Sábado
Almuerzo
- Gazpacho
- Bacalao con garbanzos
- Manzana asada con miel
- Gazpacho
- Bacalao con garbanzos
- Manzana asada con miel
Cena
- Crema de verduras
- Pan con tomate con tortilla de perejil
- Queso fresco con membrillo
- Crema de verduras
- Pan con tomate con tortilla de perejil
- Queso fresco con membrillo
Domingo
Almuerzo
- Ensalada de tomate y lechuga
- Espaguetis con almejas
- Kiwi con zumo de naranja
- Ensalada de tomate y lechuga
- Espaguetis con almejas
- Kiwi con zumo de naranja
Cena
- Guisantes salteados con jamón
- Filetes de caballa
- Cuajada con miel
- Guisantes salteados con jamón
- Filetes de caballa
- Cuajada con miel
Dieta
Mediterraneo y Parkison
Las
alteraciones motoras y psíquicas que provoca el Parkinson, entre ellas la
disfagia, el estreñimiento y la depresión que acarrea la falta de autonomía,
traen consigo tanto la dificultad para alimentarse como la pérdida del apetito.
De ahí que sea tan importante analizar las implicaciones de una dieta acorde a
cada estado evolutivo así como las posibles interacciones de los alimentos con
la terapia.
Según un artículo aparecido en Diario Médico, hasta la fecha
sólo el consumo de café, té negro y vitamina E han demostrado tener cierto
efecto preventivo sobre el riesgo de contraer Parkinson, la segunda enfermedad
neurodegenerativa más frecuente en España, con una prevalencia nacional de 20
diagnósticos nuevos por cada 100.000 habitantes al año. Su causa se desconoce.
Y es que al igual que sucede con el Alzheimer existe cierto porcentaje de
afectados que padecen una forma hereditaria; sin embargo, la mayoría de los
casos son fruto de la interacción entre la genética y los factores ambientales
todavía por descubrir. Esto no ha impedido a la epidemiología tratar de
establecer conexiones entre los hábitos dietéticos y el posible desarrollo de
la enfermedad.
Tal
y como reza este artículo, son muchas las investigaciones que se han realizado
a este respecto. Se ha dicho, entre otras cosas, que el consumo de productos
lácteos en varones acarrea un mayor peligro. El curry salió a colación en algún
estudio pero nunca más se supo, y lo mismo sucede con las grasas saturadas. Así
lo han explicado GurutzLinazasoro, director del Centro de Investigación de
Parkinson de la Policlínica de San Sebastián, que ha participado en el primero
de los debates sobre Nutrición y Enfermedades Neurodegenerativas celebrado por
Diario Médico, con el patrocinio del Instituto Tomás Pascual, junto a Francisco
Grandas, neurólogo del Hospital madrileño Gregorio Marañón, y María José Catalán,
neuróloga del Hospital Clínico San Carlos, también en Madrid.
En
qué consiste la enfermedad.
La
Enfermedad de Parkinson es una patología del sistema nervioso. Afecta a la zona
del cerebro encargada del control y coordinación del movimiento del tono muscular
y de la postura. En esta zona del cerebro, llamada sustancia negra, existe un
componente químico, la dopamina. La presencia de dopamina es esencial para la
regulación de los movimientos, es decir, para que los movimientos se realicen
de una forma efectiva y armónica. En la Enfermedad de Parkinson, se produce una
degeneración de la sustancia negra, cuya consecuencia es la disminución de la
dopamina. Es por ello que las principales manifestaciones de la enfermedad
expresan un control deficiente de los movimientos: temblor, lentitud, rigidez y
alteraciones de la postura y de la marcha. Constituye una de las causas más
comunes de incapacidad en las personas mayores, aunque cada vez afecta a
personas más jóvenes, incluso a menores de 40 años.
Los
síntomas más comunes son: temblor (más evidente cuando se está en reposo, lento
y rítmico y no se presenta en todos los casos), ralentización del movimiento o
bradicinesia (falta de expresión en la cara, escritura lenta y de trazos
pequeños, que se da tanto en los movimientos automáticos, como deglutir,
parpadear, etc., como en los voluntarios), rigidez muscular (resistencia a
mover pasivamente las extremidades), anomalías posturales (inclinación de la
cabeza y el tronco hacia delante, tendencia a mantener los codos y rodillas
encogidos), anomalías al andar (marcha lenta, levantando poco los pies del
suelo, pasos cortos y rápidos, episodios de bloqueo, aumento brusco del ritmo
de la marcha), trastornos del equilibrio (se pueden manifestar en un estadio
avanzado de la enfermedad), estreñimiento, insomnio, alteración de la visión,
etc. La terapia actual reduce al máximo sus síntomas y combina fármacos, pautas
dietéticas, fisioterapia, logopedia, atención psicológica y en casos
seleccionados, cirugía.
Qué
debe tener en cuenta la dieta.
Tal
y como recoge GurutzLinazasoro en su libro No te comas el coco. Comida
cerebrosaludable, publicado hace unos años junto al prestigioso cocinero Martín
Berasategui a beneficio de la Asociación de Parkinson Guipúzcoa (Aspargui), la
dieta debe tener en cuenta el tratamiento farmacológico, el estreñimiento
frecuente, y las dificultades que presentan los pacientes para comer y
deglutir. Teniendo en cuenta que las necesidades nutricionales de cada
individuo varían según las circunstancias fisiológicas, psicosociales y
patológicas de cada momento, así también su alimentación debe adaptarse a cada
momento. Unos hábitos alimenticios saludables repercuten favorablemente en
nuestra vida, pero no sólo en el momento actual, sino también a largo plazo y ayudan
a tener un «envejecimiento cerebral exitoso». El cerebro no es una excepción en
estos casos, y una buena alimentación puede ser una medida que ayude a prevenir
o retardar la aparición de dolencias neurodegerativas asociadas normalmente a
la edad, como el parkinson, el Alzheimer, la pérdida de la memoria, etc.
La
edad perfecta para comenzar a adquirir ciertos hábitos de alimentación
saludable es la infancia. “De hecho los niños, uno de nuestros públicos
objetivos en esta obra, han de acostumbrarse a desayunar bien, comer verdura,
cinco piezas de fruta al día y no abusar de la bollería industrial”, explica el
doctor Linazasoro. En el caso de las personas que padecen alguna enfermedad
neurológica crónica, “resulta decisivo adaptar la alimentación a sus necesidades,
teniendo en cuenta sus hábitos, su nivel de autonomía y su calidad de vida”,
explica el doctor Linazasoro.
Enseñar
a comer bien: fundamental.
Los
problemas motores de coordinación característicos del Parkinson, junto con la
característica rigidez y las temidas discinesias, limitan ciertas actividades
funcionales, entre las que se haya la deglución o la habilidad para comer de
forma independiente. Así, esta enfermedad es mucho más que una alteración
muscular, acarreando, por ejemplo, un importante desgaste a nivel anímico que
puede redundar en cuadros de anorexia, desnutrición y malnutrición. “Muchos
pacientes -advierte el doctor Grandas- pierden la atracción que sentían hacia
la comida”. La sensación de recompensa se esfuma y “la comida pasa a un segundo
o tercer plano en el tratamiento del Parkinson, cuando está más que demostrado
que su papel es determinante para surtir de energía al organismo”, añade
Linazasoro. Así pues, ¿qué puede hacerse al respecto?
1.
La flexibilidad de horarios es un consejo habitual. “Permitir que el enfermo
coma cuando realmente pueda comer, adaptándose a sus horarios, es necesario”,
según Grandas.
2.
Del mismo modo, “la supervisión del menú y procurarle alimentos de fácil
masticación son medidas sencillas que pueden mejorar la calidad de vida”,
agrega Catalán. En este punto incide sobre la paradoja que representa en esta
enfermedad típicamente enlentecedora el hecho de “con frecuencia los pacientes
se aceleren a la hora de comer, incurriendo en un mayor número de atragantamientos
y una mayor frustración”.
3.
Para evitarlo, tanto Catalán como sus colegas recomiendan comer despacio y en
pequeñas cantidades, sentarse en una postura correcta y utilizar cubiertos
fáciles de sostener. Según la experta, “instruir al paciente en el arte de
comer bien debe erigirse como pilar básico”.
La
dieta mediterránea: la más cerebros saludable.
“Una
dieta prudente, como la mediterránea, tiende a considerarse positiva; en
cambio, es difícil hablar del valor individual de un alimento por separado”,
señala Linazasoro. A título anecdótico la triada de expertos coincide en que
las dietas hipocalóricas son beneficiosas para la neurogénesis, pero “hay que
saber dónde pisamos para no caer en problemas de pérdida de peso, agravados por
la inhibición del apetito que pueden causar la depresión o la propia
medicación, la ausencia de sentido gustativo o las simples dificultades para
ejercitar el movimiento que lleva la cuchara de la mano a la boca”, matiza
Grandas.
De
cualquier manera, el consejo más importante para conseguir un envejecimiento
saludable, según los autores de este libro, se resume en cuatro palabras:
“seguir la dieta mediterránea”. Ésta consiste básicamente en consumir frutas,
verduras, legumbres, pescados y aceite de oliva. Los autores destacan que “cada
día existen más evidencias del efecto positivo de estos alimentos, la mayoría
de ellos ricos en omega-3”. Los antioxidantes (que se encuentran, por ejemplo,
en las nueces) también resultan muy beneficiosos para luchar contra el
envejecimiento. Pero es igualmente importante beber entre ocho y diez
vasos de agua diarios (entre 1,5 y 2,5 litros).
“Simplemente
se debe buscar un equilibrio y tener mucho sentido común: tener una dieta
saludable y no ingerir -en la medida de lo posible- alimentos ricos en
calorías”, añade el doctor Linazasoro. De ahí que los autores resalten que
“comer bien resulta una mezcla entre inteligencia y placer”.
El
papel de las vitaminas y los antioxidantes.
En
el libro, Linazasoro aseguraba que se había comprobado que la ingestión de
vitaminas B6, B12 y ácido fólico no tenía ninguna repercusión sobre el riesgo
de contraer parkinson. Tampoco la vitamina C ni los carotenoides de las
zanahorias y otros productos hortofrutícolas frescos. Por otra parte, aunque la
influencia de los ácidos omega-3 no está del todo clara, hay pruebas
experimentales que les otorgan un papel protector debido a sus propiedades
antioxidantes”. Podría pensarse así que los suplementos vitamínicos
antioxiodantes son de ayuda; sin embargo, su eficacia no está demostrada.
La
levodopa y los alimentos.
Otro
aspecto que ha dado que hablar, según Linazasoro, es el de la concentración de
levodopa en determinados alimentos. Es el caso de las habas, concretamente de
las vainas. “Contienen esta sustancia, pero habría que tomarse sacos para
sustituir a la pastilla”, indica al respecto. “Pero hay una cuestión todavía más
importante -interviene Catalán-, y no es otra que la de la relación de este
fármaco puntero dentro del arsenal dispuesto para tratar la enfermedad, con las
proteínas”. Antes de tornarse en dopamina la levodopa se sube al mismo autobús
que las proteínas para llegar al cerebro. Esto significa que no se absorbe en
el estómago sino en el intestino, por lo que, de acuerdo con Linazasoro, “si el
paciente toma la levodopa junto con alimentos ricos en proteínas, éstas
compiten con la levodopa para atravesar el intestino y el resultado es una
importante pérdida de ésta”. Otro factor limitante de su absorción es el
estreñimiento, que afecta al 90 por ciento de los afectados por Parkinson y
puede combatirse con una intensificación del consumo de agua, fibra, verduras y
fruta.
Esto
hace que, aunque en fases avanzadas sí pueda administrarse la levodopa después
de comer, cuando se presupone que existe más tolerancia, en etapas avanzadas
convenga tomarla media hora antes, así como dejar las proteínas para la cena,
en lo que se conoce como “una redistribución proteica, que pasa por asumir una
dieta baja en proteínas en los periodos del día que deseemos disfrutar de mayor
movilidad”, apunta la doctora María José Catalán, del Hospital Clínico San Ca
La
dieta mediterranea puede ayudar a proteger el cerebro de la demencia y el
Alzheimer.
Durante
décadas, los nutriólogos han elogiado la dieta mediterránea, en especial por
sus beneficios para la salud del corazón. Ahora, un estudio estadounidense
sugiere que seguir la dieta puede reducir el riesgo de desarrollar una
discapacidad cognoscitiva leve, que puede ser una etapa de transición entre la
función cerebral normal y la demencia o enfermedad de Alzheimer. (De acuerdo
con la Sociedad Canadiense de Alzheimer, unos 500,000 canadienses tienen
Alzheimer o una enfermedad relacionada con él).
Aunque
se necesita mayor investigación, el estudio estadounidense relaciona la dieta
con niveles estables de glucosa sanguínea, una mejoría en los niveles de
colesterol y una mejor salud de los vasos sanguíneos, que en conjunto ayudan a
reducir la discapacidad cognoscitiva leve.
¿En
qué consiste esta dieta? Utiliza un chorrito de aceite de oliva, una copa de
vino de vez en cuando y una variedad de ingredientes coloridos.
Ideas
para menús mediterráneos
*
Abastécete de carbohidratos “inteligentes”: cereal o pan tostado integral en el
desayuno; una porción de arroz, granos o frijoles como guarnición en la comida.
*
Sustituye la mantequilla por aguacate.
*
Come frutas y vegetales enteros todos los días. Corta y guarda fruta fresca en
el refrigerador. Y llena los platos de la comida y la cena con vegetales de
hojas verdes.
*
Usa aceite de canola u oliva: rocíalo en la ensalada o barnízalo sobre pan
integral. Y para un auténtico sabor mediterráneo, añade un toque de aceite de
oliva, ajo y cebollín a la pasta.
*
Cambia la carne roja y las aves por pescado. Evita las salchichas, el tocino y
las carnes ricas en grasa. Consume pollo asado al menos dos veces por semana.
*
De bocadillos, come nueces, almendras, nueces de la India y de Brasil.
*
Bebe un poco de vino tinto (si el médico te da permiso). De lo contrario, el
jugo de uva roja será suficiente.
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